La mayoría de los casos de cáncer están relacionados con factores ajenos al organismo, como el tabaco, el alcohol, las dietas o las radiaciones solares, por ejemplo. Esto quiere decir que un gran porcentaje de esta enfermedad se puede prevenir.
El 35% de los casos de cáncer están relacionados con la alimentación. Para combatir el cáncer oral, es vital llevar una dieta sana y saludable con la que podamos evitar la presencia de una modalidad de cáncer que presenta tan solo el 25% de supervivencia tras 5 años.
Todos estos alimentos son una buena fuente de protección para nuestro organismo ante la aparición del cáncer oral, además de aquellos ricos en vitaminas A, C, E y carotenoides o los que tienen un buen porcentaje de flavonoides (como los cereales, las nueces y las semillas).
Por otro lado, a la hora de reducir las posibilidades de cáncer oral también conviene evitar en la medida de lo posible las bebidas alcohólicas, la carne, los embutidos, los pimientos picantes o alimentos muy calientes.
Un nutricionista podrá ayudarte con una dieta saludable y rica en todo ello, pero recuerda siempre la importancia de las revisiones con tu dentista para comprobar que todo va bien en tu cavidad oral.
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